Décima sexta entrega de la obra ACCIÓN DEL LÍDER POLIVALENTE.
Autor. FABIO ALBERTO CORTÉS GUAVITA *
Autor. FABIO ALBERTO CORTÉS GUAVITA *
LA TRAVESÍA REQUIERE DE AYUDA MUTUA.
Para entender la importancia de lo que realmente es
ayuda mutua y su importancia como valor debemos traer el mejor
testimonio que existe al respecto: la obra Apoyo Mutuo del ruso Kropotkin quien
nos lleva de la mano por los vericuetos más espectaculares desde la ayuda mutua
entre los animales y las diferentes etapas del hombre, desde los salvajes hasta
nuestros días, dejemos que sean las palabras de Kropotkin quienes nos desvelen
este valor, tomando las citas de mi obra Historia del Mutualismo Colombiano.
“… si recurrimos, a la verificación indirecta y
preguntamos a la naturaleza: "¿Quiénes son más aptos, aquellos que constantemente
luchan entre sí o, por lo contrario, aquellos que se apoyan entre sí?", en
seguida veremos que los animales que adquirieron las costumbres de ayuda mutua
resultan, sin duda alguna, los más aptos. Tienen más posibilidades de
sobrevivir como individuos y como especie, y alcanzan en sus correspondientes
clases (insectos, aves, mamíferos) el más alto desarrollo mental y organización
física... probablemente (la ayuda mutua) tiene importancia mucho mayor que la
lucha mutua, porque facilita el desarrollo de las costumbres y caracteres que aseguran
el sostenimiento y el desarrollo máximo de la especie junto con el máximo bienestar
y goce de la vida para cada individuo, y, al mismo tiempo, con el mínimo de
desgaste inútil de energías, de fuerzas.”
En desarrollo de su obra nos traslada Kropotkin a los salvajes y a la
primera organización del hombre que no es precisamente la familia como aseguran
algunos autores.
“La familia no sólo no fue la forma primitiva de organización, sino que,
por lo contrario, es un producto muy tardío de la evolución de la humanidad.
Por más lejos que nos remontemos en la profundidad de la historia más remota
del hombre, encontramos por doquier que los hombres vivían ya en sociedades, en
grupos, semejantes a los rebaños de los mamíferos superiores. Fue necesario un
desarrollo muy lento y prolongado para llevar estas sociedades hasta la
organización del grupo (o clan), que a su vez debió sufrir otro proceso de
desarrollo también muy prolongado, antes de que pudieran aparecer los primeros
gérmenes de la familia, polígama o monógama. Sociedades, bandas, clanes, tribus
-y no la familia- fueron de tal modo la forma primitiva de organización de la
humanidad y sus antecesores más antiguos…”
La
profunda investigación de Kropotkin desarrolla toda una suerte de ejemplos de
tribus, de clanes y todo aquello que significó y significa aún en algunas artes
del mundo la vida de los primitivos y concluye de manera tajante:
“Citar más ejemplos de la vida de los salvajes significaría solamente
repetir, una y otra vez, lo que se ha dicho ya. Dondequiera que nos dirijamos,
hallamos por doquier las mismas costumbres sociales, el mismo espíritu comunal.
Y cuando tratamos de penetrar en las tinieblas de los siglos pasados, vemos en
ellos la misma vida tribal, y las mismas uniones de hombres, aunque muy
primitivas, para el apoyo mutuo. Por esto Darwin tuvo perfecta razón cuando vio
en las cualidades sociales de los hombres la principal fuerza activa de su
desarrollo máximo, y los expositores de Darwin de ningún modo tienen razón
cuando afirman lo contrario.”
Una vez
que nos vamos encontrado con los grados más elevados de desarrollo de la
humanidad y desde la perspectiva de la historiografía solemos hallar solamente
luchas y conflictos, las viajas relaciones parecen quebrarse; las lucha entre tribus, los clanes contra los clanes, hace que la humanidad se
divida en castas y que los déspotas esclavistas se adueñen del ser dispuesto a
guerrear y es cuando los historiadores nos llevan a la conclusión que la guerra
y la opresión se tornan en la única forma de vida y hacen de esta falacia la
esencia de la naturaleza humana.
Sin embargo, nos dice Kropotkin: “Sin embargo, basta someter a un examen
más cuidadoso la vida cotidiana del hombre durante el período histórico, como
han hecho en los últimos tiempos muchos investigadores… Dejando de lado las
ideas preconcebidas de la mayoría de los historiadores, y
su evidente predilección por la parte
dramática de la vida humana, vemos que los mismos documentos que aprovechan
ellos habitualmente son, por su esencia tales, que exageran la parte de la vida
humana que se entregó a la lucha y no aprecian debidamente el trabajo pacífico
de la humanidad. Los días claros y soleados se pierden de vista por obra de las
descripciones de las tempestades y de los terremotos.”
Existen periodos de la historia
estudiados de mejor forma que permiten ver la otra corriente la de la ayuda
mutua superando en creces la “historia” que nos venden acerca de destrucción y
la guerra como esencia del ser humano. Al respecto y hablando de los “barbaros”
nos dice Kropotkin:
“La comuna aldeana constituía una institución crecida naturalmente, y
por ello no podía ser de estructura completamente uniforme. Hablando en general,
era una unión de familias que se consideraban originarias de una raíz común y que
poseían en común una cierta tierra.”… “La comuna aldeana era entonces el arma
principal en la dura lucha contra la naturaleza hostil. Era, también, el lazo
que los campesinos oponían a la opresión de parte de los más hábiles y fuertes,
que trataban de reforzar su autoridad en aquellos agitados tiempos. El
"bárbaro" imaginario, es decir, el hombre que lucha y mata a los
hombres por bagatelas, existió tan poco en la realidad como el
"sanguinario" salvaje de nuestros literatos.”
El apoyo mutuo es la esencia del desarrollo de los “barbaros”
por miles de años.
“El apoyo
mutuo atraviesa como un hilo rojo toda la vida de los kabilas, (para tomar un
ejemplo) y si uno de ellos, durante un viaje fuera de los límites de la tierra
natal, encuentra a otro kabila necesitado, debe prestarle ayuda, aunque para
esto tuviera que arriesgar sus propios bienes y su vida.”
“Cuando los lazos del origen común comenzaron a debilitarse a causa de
las migraciones frecuentes y lejanas, y el desarrollo de la familia separada
dentro del clan mismo, también destruyó la antigua unidad tribal; entonces, una
nueva forma de unión, fundada en el principio territorial -es decir, la comuna
aldeana' fue llamada a la vida por el genio social creador del hombre. Esta
institución, a su vez, sirvió para unir a los hombres durante muchos siglos,
dándoles la posibilidad de desarrollar más y más sus instituciones sociales”
Es así que el hombre va dando forma a esas
organizaciones de la ayuda mutua, esa “comuna aldeana” da paso en los años posteriores
al nacimiento de las “guildas”, las cuales nos refieren los historiadores como
la primeras formas de mutuales, y, vemos como una vez más la verdad es otra y
para ello citemos nuevamente a nuestro autor de respaldo, el ruso Kropotkin
cuando concluye esta parte de historia:
“Ahora tenemos que seguir el desarrollo más avanzado de aquella
tendencia a la ayuda mutua, siempre inherente al hombre. Tomando las comunas
aldeanas de los llamados bárbaros en la época en que entraron en el nuevo período
de civilización, después de la caída del imperio romano de Occidente, debemos
estudiar ahora las nuevas formas en que se encauzaron las necesidades sociales
de las masas durante la edad media, y especialmente, las guildas medievales en
la ciudad medieval”
Próxima
entrega: “El valor de la ayuda mutua en la etapa medieval y en la sociedad moderna”
*Presidente del Observatorio Latinoamericano SOLDEAMÉRICA
Presidente de la Confederación COLOMBIAMUTUAL
Gerente de la Asociación Mutual EMPRENDER
Director Académico de la Fundación Educativa FUNGESTAR
Director de la Revista Virtual SOLDEAMÉRICA
Director de la Revista Virtual SOLDEAMÉRICA









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