2. UN MUNDO INCLUYENTE PARA VIVIR EN ARMONÍA
Serie Doctrina de la Ayuda Mutua
Fabio Alberto Cortés Guavita
La Economía Solidaria, llamase como sea (social,
tercer sector etc.) es abordada en los diferentes países con sus propias
particularidades, Si nos adentramos en los vericuetos de sus componentes
seguramente llegaremos a una conclusión y es que al hablar de ECONOMÍA SOCIAL Y
SOLIDARIA, se entienda la economía al servicio de la humanidad, del ser humano,
en oposición a la economía capitalista que minimiza al ser y obnubila en su devenir
en pro del dinero por el dinero.
Ahora bien, que tan solidara es la economía en
el momento que hablamos de su dirigencia, en Colombia, acéptese o no, está
fraccionado el sector desde el momento en el cual los legisladores concibieron
la idea de la Economía Solidaria como un sector cooperativizado dejando de
lado, al margen las otras instituciones que hace parte de lo Social y Solidario,
de lo humano.
Para una mayor claridad es necesario entender
que son múltiples las figuras empresariales y sociales que integran este sector
y todas se preocupan por salvaguardar su especificidad y mantener su unidad,
pero desafortunadamente cada subsector por su lado sin entender la importancia
de la integración, aun cuando es la “bandera” de todos, y dando mayor
importancia a la "competencia" propia del sistema capitalista
neoliberal y ajeno al desarrollo de lo Social y Solidario, en una especie de
canibalismo interno.
No puede haber compatibilidad en esta insensateces,
pues mientras el neoliberalismo pontifica y tiene como fin único la consecución
de utilidad económica y la rentabilidad del capital pasando por encima de lo
que sea; lo social y solidario que tiene como misión la obtención de réditos
sociales en los cuales el único beneficiado debe ser el ser humano, no tiene de
un lado la vicivilización necesaria por parte de los medios de comunicación (al
fin y al cabo son del capitalismo) y de otro las luchas por los pequeños
poderes, la lucha intestina no permite al sector solidario hacerse visible en
el país. .
Al afirmar lo anterior es importante reconocer
que lo social, lo solidario no puede reñir con los criterios de empresarialidad
que deben tener las entidades del sector solidario dentro de un manejo que
permita el desarrollo del Mercadeo Social y la Gerencia Social en los cuales
prima el ser y su entorno, y su esencia es la producción y comercialización de
bienes y servicios que no afecten al hombre en su salud ni a su entorno
ambiental, para no devastar el mundo, objeto de destrucción por parte del
neoliberalismo voraz que nos afecta a todos sin distingo de credo.
Ahora bien, retomando el criterio doctrinal
planteado al inicio, hay que distinguir el origen de lo social y lo solidario
como valor, como principio de ayuda mutua con el nacimiento de las
organizaciones sociales y solidarias, pues son diferentes en el tiempo y en el
espacio, lo primero, los valores primigenios del ser nacieron con él, por eso
es sabio retomar la vieja metáfora según la cual el hombre como animal social debe
entender que la ayuda mutua es esencia de la solidaridad y existe desde los
albores de la humanidad.
Otra cosa es el origen de las organizaciones,
las cuales fueron creadas por el hombre como resultado de una necesidad y un
momento histórico para resolver problemas que le fueron causados por el
nacimiento y desarrollo del capitalismo salvaje; en primer término se puede
afirmar que el punto de partida de las organizaciones sociales y solidarias se
da en el contexto de la lucha social y la finalidad de todas no es otra que la
protección de los derechos de sus asociados o afiliados.
A mi modo de ver, hoy en día la Economía Social
y Solidaria sin inscribir plenamente su acción en una economía de mercado, si se
esfuerza en aportar correcciones sociales, por eso es importante partir de la propia
doctrina, los principios universales aportando
sus valores al contexto del trabajo.
No podemos dejar de decir y reconocer el aporte
dado a este aspecto por la comunidad europea cuando en desarrollo de la Unión
Europea fijaron y aprobaron un documento base de principios universales en el
cual trabajaron, declararon y acataron las cooperativas, las mutualidades, las
asociaciones y las fundaciones, el 24 de septiembre de 1999 y los principios
mutualistas como esencia de la doctrina que permita tener un mundo incluyente
para vivir en armonía.
Fabio Alberto Cortés Guavita
saulomon@gmail.com
