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Veintisieteava entrega de la obra ACCIÓN DEL LÍDER POLIVALENTE.
Autor. FABIO ALBERTO CORTÉS GUAVITA *
Sorprendentemente, dicen algunos consultores
encargados de programas de ética en la empresa, se encuentra que los empleados
al agregar el principio de justicia y respeto han encontrado cómo a partir de
este principio se crea un mayor sentido de pertenencia en la empresa. El caso
ilustra la importancia de convertir los principios en valores y del papel que
juega una comunicación asertiva y abierta, como marco de la construcción de un
ambiente laboral marcado por la ética.
El desarrollo del sentido de pertenencia se alcanza
fundamentalmente a través del
conocimiento de los DEBERES Y DERECHOS del asociado, empleado o colaborador de
la entidad. Es demostrado en múltiples escenarios laborales cómo el trabajador
al tener plena conciencia de sus deberes se hace más responsable y surge
entonces el criterio que se va a desarrollar a lo lago del presente estudio: el
empoderamiento parte de la información socializada y del conocimiento de sus
obligaciones antes que de sus derechos, se debe entender que los derechos son
algo que se gana, a lo que se tiene que acceder una vez se de cumplimiento a
los deberes. Así se logra un crecimiento personal e institucional.
Desde la óptica del mercadeo relacional se puede tomar
el ejemplo de la posventa que busca satisfacer plenamente al
nuevo asociado o cliente y reducir su ansiedad en relación con la recompra o
repetición de uso del servicio, es la etapa fundamental para que el usuario
logre un sentido de pertenencia y obviamente de fidelización con la empresa o
con la marca
.
Desarrollar el sentido de pertenencia de los asociados
hacia su organización y hacia el Sector Social y Solidario, o al sector
empresarial cualesquiera que sea, se logra fomentando una cultura de autocontrol
sobre la gestión de las mismas. Este
criterio permite asegurar que las actividades propias de la administración
enfocadas a la tarea de facultar logran un mayor rendimiento y eficacia en
todos sus ámbitos.
La solidaridad coadyuva el desarrollo del sentido de
pertenencia si se toma como una actuación recíproca que a los valores
personales antepone las normas, costumbres, intereses y valores de la
colectividad, considerada como un todo; el sentido de pertenencia a una entidad
sociocultural valorada positivamente se transforma en una experiencia de
relaciones sociales que implican a la totalidad de la persona. El factor humano
es fundamental y genera un mejor ambiente de trabajo aumentando la
productividad, si crea sentido de pertenencia.
La comunicación al transmitir la identidad de la empresa a los clientes y proveedores, readecuando los canales de
información comercial e institucional para convertirlos en canales
distribuidores de la cultura empresarial, ayuda al logro de una mayor lealtad y
sentido de pertenencia.
Además de poder identificar potenciales problemas, el
desarrollo de un plan de empoderamiento, permite generar sentido de pertenencia
por parte de la fuerza de trabajo de una entidad, ya que se sienten parte de él
y que han aportado a la definición y éxito del mismo. Este grupo se vuelve
multiplicador del entusiasmo dentro de la organización.
Hay técnicas como las llevadas a cabo por el empoderamiento, como son la
dinámica de grupos para la interacción humana o trabajo en equipos autodirigidos,
el diálogo y la compartimentación de información son algunos de los rasgos que
inducen al sentido de pertenencia.
Se debe posibilitar al trabajador asociado o empleado que participe
activamente en las decisiones que se relacionen con los cambios o alteraciones
que pueda tener su propio trabajo y el de la sección en la cual se encuentre
vinculado. Con ello se permite que
aporte seguramente con valiosos conceptos y apreciaciones de la labor que está
realizando y la que observa a su alrededor, surgidos de su práctica, la citada
participación le da verdadero sentido de pertenencia, que no lo tendrá
simplemente si se le considera como un trabajador u operario subordinado y
limitado a obedecer y a cumplir con la labor específicamente a él asignada. No
es el empleado, ahora es el asociado, el socio de la organización.
