1. QUIENES SON LOS CULPABLES DE LA CRISIS
Ensayo: VALORES: EL DEBER SER DEL SER
OBRA: TRAVESÍA DEL LÍDER POLIVALENTE
Autor: Fabio Alberto Cortés Guavita
La dimensión axiológica del Líder Polivalente no puede estar
exenta de su carácter ecléctico, me explico, es una dimensión inmersa en
diferentes tipos de valores tales como: humanos, sociales, morales, éticos,
estéticos y espirituales. La axiología nos conduce a ver cuáles son esos
valores predominantes en una sociedad, sin embargo es bueno decir que este
ensayo haré énfasis en los Valores necesarios para obtener éxito en la Travesía
del Líder Polivalente y sus complementos a partir de ilustrar lo que en mi real
entender es el origen de la crisis de
valores en mundo actual.
A partir de esta premisa y antes que realizar una taxonomía
de Valores para determinar espacios y tiempos de su aplicación, indicaré el por
qué se afirma que en el mundo de hoy la gran crisis no es económica como a
afirman muchos, sino una crisis de Valores originada por elementos económicos
como pensamos otros tantos. Un enfoque interesante a este tema bien puede ser
el siguiente: es la crisis de valores equivalente a la ausencia de estos en
nuestra sociedad, o mejor es pensar que la crisis está dada por la falta de una
orientación adecuada para enrumbar nuestra vida haciendo uso de los valores en
su momento oportuno.
a) QUIENES SON LOS CULPABLES DE LA CRISIS
Cabe entonces preguntarse si tomamos como válida la segunda
opción del postulado: ¿Quién o qué es el culpable de que esto ocurra?
Debemos comprender, que las respuestas a este interrogante
son, de un lado bastante complejas y de otro muy diversas. Especularé un poco.
Alguien podrá asegurar que es el modelo educativo que no cumple con su misión
de formar a las personas en lugar de llenarlas de conocimientos que en la
mayoría de los casos no son de utilidad alguna en el devenir de quienes los
reciben. Otros dirán que es la familia la culpable por cuanto es allí donde se
están dando los primeros pasos de la formación del carácter de los niños o que
la descomposición familiar dada por la ´participación de la mujer en la
sociedad ha dejado sin “tiempo” para atender los hijos. Unos más culparán a la
crisis del matrimonio avenida hoy a debates acerca de la sexualidad de los
componentes de una pareja. No faltará quien opine que la culpable es la incapacidad para cultivar valores y concluya
entonces inquiriendo por el dónde están los valores, adónde fueron a parar.
Seguramente otros estudios nos dirán que educación y la familia son dos
componentes de la crisis y en ese sentido cobra fuerza la argumentación que
sostenga y cuestione el rol de los gobernantes y la postura de estos frente a
la facilitación o no de los medios suficientes para impulsar la calidad del
aprendizaje en escuelas, colegios y universidades y finalmente se pregunten
cómo es que se promueve -si se hace- la participación de la familia en la
educación de sus hijos.
En consenso con la ideología, doctrina y características del
líder polivalente esta última parte es vital, pero profundizando más allá de la
necedad de culpar a un gobierno o culpar a unos gobernantes: ¡es el MODELO
ECONÓMICO la razón de la crisis de valores!
En primera instancia, puedo afirmar que el problema radica
en el mal matrimonio entre Modelo Económico y Modelo Educativo en el cual lo
educativo depende siempre de lo económico. Un modelo ya no solo neoliberal sino
ultraliberal en el cual la educación solo juega el rol manipulador en busca de
unos seres que se “forman” para engrosar las inmensas filas del desempleo y del
consumismo. Un modelo económico que impone a la gente -a través de la
educación- el papel de espectador y no
de actor de su propio destino.
Es importante recalcar cómo el capitalismo salvaje bajo la
premisa de la competitividad ha convertido a los trabajadores en todas las
empresas en autómatas y reproductores del modelo individualista, egoísta y
“especializado” donde la tarea específica es la reina y la polivalencia es el
pecado. Un modelo económico que ha subyugado asuntos de la importancia de la
salud al simple negocio y a la reproducción del modelo de resultados económicos
en el cual impera la acumulación del
capital por encima de ser humano, olvidando que la salud debe tratarse de
manera integral, holísticamente en busca de los equilibrios perdidos. Que la
educación se ha venido especializando cada día más en “producir” títulos y no
en compartir conocimientos.
Vale traer aquí, con el propósito de complementar mi tesis,
el pensamiento de Ben Schneider en la obra POST CRISIS, en el análisis
realizado por Daniel Goya: “Durante los
capítulos del libro, Schneider se encarga de mostrar y revelar el verdadero
poder que tienen las empresas hoy día. Algunas de ellas capaces de acumular la
economía de más de un país. Entonces, surge la frase más popular de los cómics:
un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y así lo entiende Schneider,
quien plantea la dualidad a la que se enfrentan las compañías superpoderosas.
“Se puede mejorar el mundo o destruirlo. Hay un perfil positivo pero también un
lado oscuro”, explica el autor para señalar que el compromiso que deben asumir
los directores de la postcrisis no puede ser el mismo de hace diez o veinte
años atrás. Ya no hay lugar para gerentes generales que únicamente busquen
hacer más ricos a los accionistas y es el público quien al final, en una era de
información infinita, decidirá confiar o no en una compañía. Para Schneider la
confianza de las personas será el verdadero gran activo de una empresa de la
postcrisis y el trabajo de generar esa confianza, cultivarla y acrecentarla
será vital para la buena salud no solo moral, sino también financiera de la
compañía”.
Debe quedar bastante claro que este pensamiento, en mi
concepto, es solo complementario a los postulados del Líder Polivalente, quien
propugna por cambios disruptivos y no meramente progresivos como los plantea
Schneider. Sin embargo es un aporte importante en torno a la dignidad del ser y
a la recuperación de sus valores.
La crisis es la mejor oportunidad para morir, sin embrago
para el Líder Polivalente es la única forma de renacer, de reaventarse y
reinventar a las organizaciones, si no fuera por la crisis no existiría el
Líder Polivalente. Séneca dijo: “Gozan los ánimos fuertes en las adversidades,
al igual que los soldados intrépidos triunfan en las batallas”. Ahora le
decimos a Seneca que ya no es suficiente ganar batallas, debemos ganar las
guerras y la crisis nos sirve en bandeja de plata el éxito, parafraseando a Lenin
quien afirmaba: “¡La crisis está madura! ¡Contemporizar se convierte en un
crimen! ¡Hay que realizar inmediatamente la revolución y tomar el poder, de lo
contrario todo se habrá perdido!”
Próxima entrega: “VALORES COMO CREENCIA DEL SER”
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