Por FABIO ALBERTO CORTÉS GUAVITA.
Cada semana un nuevo Capítulo de la historia del mutualismo
Colombiano.
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
"Ante la necesidad de reinventarse y
reinventar el mundo, El Ser debe gritar: ¡DIOS mío lo logre y no decir: Eureka
lo encontré"[i]
con esta premisa doy inicio a esta obra después de años de investigación y
estudio, porque no es una casualidad sino una causalidad lo que nos lleva a
desglosar paso a paso un tema de vital importancia para la economía social y
particularmente para el que hacer futuro de las Asociaciones Mutualistas en
Colombia y en Latinoamérica.
LA TRAVESÍA REQUIERE DE AYUDA MUTUA. Iniciar la travesía de
hacer algo de historia no es nada fácil desde luego, sin embrago es necesario
hacer este ejercicio para aportar en la construcción de un verdadero mutualismo
y no exagero cuando afirmó que el noventa por cuanto de las asociaciones
mutuales que actualmente existen en Colombia ignora la realidad de su origen
verdadero, quienes han escrito acerca del tema se han quedado cortos al n ir
hasta los orígenes y todo lo que conocemos inicia con la misma cantinela “hace
tres mil años en el río Nilo…”
No es que esto no sea cierto, no, lo que ocurre es que no
podemos hablar de la historia del mutualismo (es una doctrina) partiendo de las
primeras formas de organización de ayuda mutua (la organización) por ello, este
estudio ha decidido dividirse en cuatro partes fundamentales y de igual
importancia las cuatro.
La primera de ella nos lleva a
tomar el criterio que hemos esbozado en otros escritos “La Reinvención del
Mutualismo Colombiano” tomando como base la teoría[ii]
administrativa que nos dice que si no vamos a los origines de nuestros valores
y principios no lograremos jamás el cambio que tanto a anunciamos en todos los
foros y eventos empresariales, de economía tradicional capitalista y de economía
solidaria. El abordaje es entonces desde los orígenes de la ayuda mutua y para
ello hemos retomado los criterios del mejor investigador y escritos del tema de
ayuda mutua, hablamos del ruso Piotr KROPOTKIN y
del ideólogo y padre del mutualismo universal como doctrina, aquí hacemos
referencia al francés Pierre-Joseph
Proudhon
Segunda etapa es la de ver los
primeros asomos de organización medioevo, colonia y el rol de las guidas, los
montepíos, la Guilda (entre otras figuras) y las Sociedades democráticas cuyo
fin fue la prohibición de su existencia con la Constitución de 1986.
Tercer periodo las forma
organizaciones en Colombia mutuarias y mutuales hasta el año 1991 fecha de la
nueva constitución colombiana, sus avances y retrocesos por falta de líderes
verdaderamente comprometidos.
Finalmente lo que ha acaecido
después de la Constitución del 91 hasta nuestros días con la entrada en el rol
del mutualismo de un nuevo pensamiento, de una nueva forma de ver el
mutualismo: LA EMPRESARIALIDAD y el Programa de COLOMBIAMUTUAL la “Reinvención
del Mutualismo Colombiano”
1. LA TRAVESÍA REQUIERE DE AYUDA MUTUA
Bien, demos paso al estudio de la AYUDA MUTUA
Para entender la importancia de lo que realmente es ayuda mutua
y su importancia como valor debemos traer el mejor testimonio que existe al
respecto: la obra Apoyo Mutuo del ruso Kropotkin[iii]
quien nos lleva de la mano por los vericuetos más espectaculares desde la ayuda
mutua entre los animales y las diferentes etapas del hombre, desde los salvajes
hasta nuestros días, dejemos que sean las palabras de Kropotkin quienes nos
desvelen este valor, tomando las citas de mi obra Historia del Mutualismo
Colombiano.
“… si recurrimos, a la verificación indirecta y preguntamos
a la naturaleza: "¿Quiénes son más aptos, aquellos que constantemente
luchan entre sí o, por lo contrario, aquellos que se apoyan entre sí?", en
seguida veremos que los animales que adquirieron las costumbres de ayuda mutua
resultan, sin duda alguna, los más aptos. Tienen más posibilidades de
sobrevivir como individuos y como especie, y alcanzan en sus correspondientes
clases (insectos, aves, mamíferos) el más alto desarrollo mental y organización
física... probablemente (la ayuda mutua) tiene importancia mucho mayor que la
lucha mutua, porque facilita el desarrollo de las costumbres y caracteres que
aseguran el sostenimiento y el desarrollo máximo de la especie junto con el
máximo bienestar y goce de la vida para cada individuo, y, al mismo tiempo, con
el mínimo de desgaste inútil de energías, de fuerzas.”
En desarrollo de su obra nos traslada
Kropotkin a los salvajes y a la primera organización del hombre que no es
precisamente la familia como aseguran algunos autores.
“La familia no sólo no fue la forma primitiva de organización,
sino que, por lo contrario, es un producto muy tardío de la evolución de la
humanidad. Por más lejos que nos remontemos en la profundidad de la historia
más remota del hombre, encontramos por doquier que los hombres vivían ya en
sociedades, en grupos, semejantes a los rebaños de los mamíferos superiores.
Fue necesario un desarrollo muy lento y prolongado para llevar estas sociedades
hasta la organización del grupo (o clan), que a su vez debió sufrir otro
proceso de desarrollo también muy prolongado, antes de que pudieran aparecer
los primeros gérmenes de la familia, polígama o monógama. Sociedades, bandas,
clanes, tribus -y no la familia- fueron de tal modo la forma primitiva de
organización de la humanidad y sus antecesores más antiguos…”
La profunda investigación de Kropotkin desarrolla toda una
suerte de ejemplos de tribus, de clanes y todo aquello que significó y
significa aún en algunas artes del mundo la vida de los primitivos y concluye
de manera tajante:
“Citar más ejemplos de la vida de los salvajes significaría
solamente repetir, una y otra vez, lo que se ha dicho ya. Dondequiera que nos
dirijamos, hallamos por doquier las mismas costumbres sociales, el mismo
espíritu comunal. Y cuando tratamos de penetrar en las tinieblas de los siglos
pasados, vemos en ellos la misma vida tribal, y las mismas uniones de hombres,
aunque muy primitivas, para el apoyo mutuo. Por esto Darwin tuvo perfecta razón
cuando vio en las cualidades sociales de los hombres la principal fuerza activa
de su desarrollo máximo, y los expositores de Darwin de ningún modo tienen
razón cuando afirman lo contrario.”
Una vez que nos vamos encontrado con los grados más elevados de
desarrollo de la humanidad y desde la perspectiva de la historiografía solemos
hallar solamente luchas y conflictos, las viajas relaciones parecen quebrarse;
las lucha entre tribus, los clanes contra los clanes, hace que la humanidad se
divida en castas y que los déspotas esclavistas se adueñen del ser dispuesto a
guerrear y es cuando los historiadores nos llevan a la conclusión que la guerra
y la opresión se tornan en la única forma de vida y hacen de esta falacia la
esencia de la naturaleza humana.
Sin embargo, nos dice Kropotkin: “Sin embargo, basta someter a un examen más cuidadoso la vida
cotidiana del hombre durante el período histórico, como han hecho en los
últimos tiempos muchos investigadores… Dejando de lado las ideas preconcebidas
de la mayoría de los historiadores, y
su evidente predilección por la parte dramática de la vida
humana, vemos que los mismos documentos que aprovechan ellos habitualmente son,
por su esencia tales, que exageran la parte de la vida humana que se entregó a
la lucha y no aprecian debidamente el trabajo pacífico de la humanidad. Los
días claros y soleados se pierden de vista por obra de las descripciones de las
tempestades y de los terremotos.”
Existen periodos de la historia
estudiados de mejor forma que permiten ver la otra corriente la de la ayuda
mutua superando en creces la “historia” que nos venden acerca de destrucción y
la guerra como esencia del ser humano. Al respecto y hablando de los “barbaros”
nos dice Kropotkin:
“La comuna aldeana constituía una institución crecida
naturalmente, y por ello no podía ser de estructura completamente uniforme.
Hablando en general, era una unión de familias que se consideraban originarias
de una raíz común y que poseían en común una cierta tierra.”… “La comuna
aldeana era entonces el arma principal en la dura lucha contra la naturaleza
hostil. Era, también, el lazo que los campesinos oponían a la opresión de parte
de los más hábiles y fuertes, que trataban de reforzar su autoridad en aquellos
agitados tiempos. El "bárbaro" imaginario, es decir, el hombre que
lucha y mata a los hombres por bagatelas, existió tan poco en la realidad como
el "sanguinario" salvaje de nuestros literatos.”
El apoyo mutuo es la esencia del
desarrollo de los “barbaros” por miles de años.
“El apoyo mutuo atraviesa como un hilo rojo toda la vida de los
kabilas, (para tomar un ejemplo) y si uno de ellos, durante un viaje fuera de
los límites de la tierra natal, encuentra a otro kabila necesitado, debe
prestarle ayuda, aunque para esto tuviera que arriesgar sus propios bienes y su
vida.”
“Cuando los lazos del origen común comenzaron a debilitarse a
causa de las migraciones frecuentes y lejanas, y el desarrollo de la familia
separada dentro del clan mismo, también destruyó la antigua unidad tribal;
entonces, una nueva forma de unión, fundada en el principio territorial -es
decir, la comuna aldeana' fue llamada a la vida por el genio social creador del
hombre. Esta institución, a su vez, sirvió para unir a los hombres durante
muchos siglos, dándoles la posibilidad de desarrollar más y más sus
instituciones sociales”
Es así que el hombre va dando forma a
esas organizaciones de la ayuda mutua, esa “comuna aldeana” da paso en los años
posteriores al nacimiento de las “guildas”, las cuales nos refieren los
historiadores como la primeras formas de mutuales, y, vemos como una vez más la
verdad es otra y para ello citemos nuevamente a nuestro autor de respaldo, el
ruso Kropotkin cuando concluye esta parte de historia:
“Ahora tenemos que seguir el desarrollo más avanzado de aquella
tendencia a la ayuda mutua, siempre inherente al hombre. Tomando las comunas
aldeanas de los llamados bárbaros en la época en que entraron en el nuevo
período de civilización, después de la caída del imperio romano de Occidente,
debemos estudiar ahora las nuevas formas en que se encauzaron las necesidades
sociales de las masas durante la edad media, y especialmente, las guildas
medievales en la ciudad medieval”
Próxima entrega: “El valor de la ayuda
mutua en la etapa medieval”
[i] Esta expresiones la
base de mi obra ACCIÓN DEL LÍDER POLIVALENTE. Bogotá Fungestar 2012.
[ii] Esta teoría y la perspectiva de la
reinvención se han adaptado con criterio propio para la presente investigación
y desarrollo de la obra, a partir de GOSS, Tracy, y otros, LA MONTAÑA
RUSA DE LA REINVENCIÓN. En Harvard Business Review.
Gestión de Cambio. Primera Edición, Buenos Aires. Argentina. 2004.



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