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| Fabio Alberto Cortes Guavita * |
Abril de 2013. Si
partimos del
hecho que la Sociología estudia
los fenómenos colectivos producidos por la actividad social de los seres
humanos, dentro del contexto histórico-cultural en el que se encuentran inmersos,
no podemos pasar desapercibido el fenómeno del culto a la personalidad, se debe
entender y separar a profundidad la imagen del líder inmolado de la imagen de
lo que es un proceso revolucionario.
El
proceso revolucionario real no puede depender de la imagen de un caudillo por
eso hay que diferenciar este fenómeno o se es caudillo o se es líder, en mi
concepto Chávez más que un caudillo fue
un líder revolucionario al cual no se le pude desfigurar con pretendidas causas
que lo bajen al nivel del simple caudillo populista, ojo avizor a quienes
manejan la imagen de la revolución Bolivariana y la imagen del Líder de esa
revolución.
Indiscutiblemente la muerte del comandante Hugo Rafael Chaves Frías, presidente de la hermana República de Venezuela ha sido uno de los actos más deplorables de los últimos años para LATINOAMÉRICA y el mundo.
Los
logros de la Revolución y la aplicación del modelo SOCIALISMO DEL SIGLO XXI dan
para todo tipo de análisis y comentarios, desde las dos orillas, la de los
enemigos que todo lo convierten en desastre y negatividad, obvio, el
capitalismo no va a reconocer los avances, pero ojo, hay documentos de las
Naciones Unidas y de otras organizaciones multilaterales del capitalismo que le
dan un valor real a los avances logrados en los aspectos sociales (un aparte en
esta revista presenta esas cifras).
Ahora
bien, desde la óptica del “chavismo” se han desatado toda una serie de
situaciones frente a las cuales es importante la prudencia, hay factores
económicos, sociológicos y culturales
que no se pueden pasar por alto, máxime si hablamos de un proceso
revolucionario, y, cuando hablamos de alguien a quien consideramos el amigo que
nunca muere, es necesario ser realista frente al devenir de la revolución
bolivariana, para no caer en errores que frustren, una vez más, al socialismo
en nuestra América Latina.
Desde
los aspectos económicos es necesario ver como un proceso revolucionario debe ir
de la mano con lo social y con el desarrollo productivo, no se pueden dar
soluciones meramente asistencialistas porque acaban con el proceso en el
mediano plazo, es entendible que las primeras etapas de la revolución lleven a
dar vía asistencialista para resolverlos problemas de los más pobres, pero esto
no se puede convertir en una política del Estado
revolucionario, se requiere ir más allá, a desarrollar un aparato productivo
que permita sustentar los ingresos del Estado, máxime cuando se depende de
productos perecederos como el petróleo, el cual es finito. Hay que profundizar
con sumo cuidado estos aspectos en el futuro mediato de la revolución.
Antonio
Gramsci
llama la atención acerca de la
hegemonía, “un proceso
por medio del cual, un grupo dominante se legitima ante los dominados, y estos
terminan por ver natural y asumir como deseable la dominación”,
es quizá, esta posición una critica a los procesos totalitarios sea cual fuere
su origen. Por eso los procesos culturales revolucionarios deben ser
construidos sobre todo por la ideología,
entendida esta (al decir de Marx) “como reflejo
de las relaciones sociales de producción, es decir, de la organización que
adoptan los seres humanos frente a la actividad económica”.
La
connivencia o combinación del modelo revolucionario con el capitalismo puede
ser fuente abortiva de un proceso verdaderamente revolucionario, de la
construcción de un real modelo socialista de producción.
Al
momento de escribir este editorial aún no se han realizado las elecciones en
Venezuela, pero con seguridad el nuevo
Presidente será Nicolás Maduro, el nuevo amigo, a él: claridad y
prudencia, orientación y sabiduría en la conducción de los destinos de la
Revolución Bolivariana y a CHÁVEZ, el amigo: honor y gloria eterna, sin culto a la personalidad.
* Director Revista SOLDEAMÉRICA
Presidente Observatorio Latinoamericano y del Caribe para la Economía Solidaria SOLDEAMERICA
Gerente Asociación Mutual EMPRENDER
Presidente Confederación de la Mutualidad Colombiana COLOMBIAMUTUAL
Director Pedagógico Fundación Educativa para la Gestión Empresarial FUNGESTAR


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